viernes, 6 de marzo de 2009

¿Dónde estás?



¡Vaya mentira! Cuando abrimos la boca para hablar de Dios...
...
Méndigos, ustedes creen...
pero no pueden dejar de leerme...
...
I
¿Dónde estás, Dios aquel?
Necesito una Oración para este poema...
¿Dónde puedo comprar tu Fe?
Debe haber en el cielo alguna tienda...
II
He caído, sí, en el jardín del amor
y no hube encontrado fruto tuyo...
Cavé en lo profundo de mi corazón
encontrando manantiales de orgullo...
III
¡Ponme Dios, si quieres, pérdidas de tiempo!
Mis agujas y yo, sabremos el camino...
Acabamos de pasar 'Los Momentos Gratos'
pero aún faltan 'Los Ingratos del Olvido...'
IV
¿Pero dime, dónde estás, Dios aquel?
Necesito decirte par de cosas en la cara...
¿Por qué no existes? ¿Por qué eres tan cruel?
¿Qué pasaría si ante ti, yo triunfara?
V
Mendigo razón, entre la gente cotidiana...
y sangre en la cara, de quien tiene la razón.
Yo corro sin verguenza, sólo con una capa...
por si la Muerte, tiene desnudo el corazón.
VI
¡Oh mendigos! ¡No mendiguen más una mano!
¡Caigan conmigo en este abismo...!
Porque creo en Dios frente al espejo,
y lo adoro... como a mí mismo.
VII
...
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